No saldrás



El miedo enturbia la mente y distorsiona la percepción de nuestro entorno, mientras daba vueltas a la habitación, no paraba de preguntarse cómo iba a salir de allí, maldijo su pantorrilla, que la torturaba con un dolor punzante, a quien le había traido hasta ahí y se maldijo tambien a si misma, por haberse puesto falda y no pantalones, cerca de allí, al otro lado de la puerta, pudo oir el sonido de alguien que se acercaba, era grante y pesado, arrastraba los pies como si no pudiera soportar su propio peso, luego la voz del hombre-niño gigante que había protagonizado sus pesadillas durante las ultimas dos horas:
-Déjame matarte, te prometo que te comeré después, no sufrirás, de todas formas estás muerta, no saldrás viva de aquí, ya lo sabes de sobras.
La cerradura comenzó a girar: una, dos, tres vueltas, entonces supo que había llegado el momento, solo tuvo tiempo de ver la puerta, antes de jugarselo al todo o nada, después de todo, valía la pena intentarlo...

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