Consecuencia

Vivo entre dos mundos soy una niña y soy una adulta porque conservo los rasgos y el físico propios de la infancia y porque he entrado por fuerza y contra mi voluntad en el mundo de los adultos descubriendo su parte más súcia y perversa: esos caramelos que se convierten en veneno amargo, esa calidez mimosa que de pronto te ahoga convirtiendo los algodones en nauseabundos pozos de lodo. No fuí yo quien eligió su destino, alguien me invitó y ahora duerme en la habitación de al lad, pero el que duerme ahí no es mi padre, le acabo de arrebatar ese título; es un derecho que tengo reservado, lo siguiente es consecuencia de ello y tendrá lugar a continuación pues la venganza es un plato que, según dicen, se sirve frío…

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