La señal



Mi abuela falleció cuando yo tenía ocho años, ella era muy religiosa apegada a su familia, poco a poco fue enfermando de una lenta y penosa dolencia hasta que de súbito, sucumbió en su enfermedad. Para evitar que pasara sus últimos días postrada en el hospital, los médicos decidieron que sus últimos alientos fueran en su hogar, con gran afllicción la vimos morir y antes de expirar, la vimos mirar con mucha atención el cuadro religioso que colgaba enfrente de su cama, alzó su mano señalando en esa dirección e intentó vocalizar un mensaje que se apagó antes de que este brotara de su boca agonizante.
Se realizaron las exequias funerarias y fué enterrada, tras realizarse el sepelio estábamos reunidos en el salón de la primera planta de la casa, cuando de repente se oyó el click del interruptor del cuarto de la abuela, todos fuimos testigos de tan extraño acontecimiento, este sonido era emitido día tras día en intervalos regulares, no podíamos entender este fenómeno hasta que mi padre, ingeniero de profesión, encontró la secuencia numérica de esas señales. Días más tarde, mientras retiraban los muebles viejos de la habitación, hallaron una caja fuerte detrás del cuadro religioso que adornaba la pared frente a la cama. La secuencia numérica que había logrado codificar mi padre correspondía exactamente con la clave de aquella caja fuerte donde mi abuela escondía sus joyas.

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