La carta



El viaje había sido muy largo pero merecía la pena: la gente allí era muy hospitalaria y todos parecían comprenderla y contribuir a su bienestar; empleaba su tiempo en pasear por la hermosa ciudad y grabar en su memoria todo cuanto veía, las casas tenían tonos muy claros y efectos de colores tan suaves que parecía un enorme jardín sembrado de flores resplandecientes. Escribió a sus padres lo siguiente:
-Queridos papá y mamá: este país es tan hermoso que quisiera quedarme aquí para siempre; es todo tan bonito y acogedor que parece un mundo imaginario, hay un clima tan apropiado que no se siente frio, ni sueño, ni cansancio, ni hambre. Os saluda afectuosamente...vuestra hija.
La carta nunca llegó a su destino, pero ella lo creyó así. El avión desde el que partió había caído a pocas horas de levantar vuelo y no hubo sobrevivientes según relataron fuentes oficiales.

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