Después de meses
sin tener vida social, decidió salir con sus compañeras de la facultad, ya era
hora de divertirse, pensó necesitaba desconectar del claustro y de los
estudios, las luces de la disco la mareaban mas de lo normal, y mientras
bailaba, sentía una presencia detrás de ella, podía sentir una mirada clavada
en su nuca, como estaba acostumbrada a esta sensación, se dió vuelta confiada
pero allí no había nadie, sonríó maliciosamente y al girarse de nuevo, allí
estaba; quedaron uno frente a otro sin cruzarse una palabra y sin apenas
respirar lo miró sintiendo en su interior la emoción de haber hallado lo que
siempre había buscado; esa sensación de plenitud total, esa sed que le
perforaba la garganta y recorría su cuerpo: sus ojos eran de un verde impoluto,
casi irreal, pero dulces y protectores a la vez, y al mirarlos, ella despertó y
comprendió todo, supo que acababa de despertar de un sueño, que había estado
vagando por la vida sin un fin específico mientras su verdadera naturaleza
luchaba por salir pero la conciencia impoluta, la prudencia de su razón la
retenían en su claustro como si temieran conocer la verdad. Todas las preguntas
que siempre se había formulado, tenían ahora respuesta: ahora conocía su
pasado, el pasado del hombre al que había amado aun antes de nacer y conocía
tambien ese futuro que ya nunca volvería a ser el mismo...
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