Me encontré tendida en el suelo, no recuerdo haberme dormido, solo que alguien
llamaba a la puerta y nada, el resto es negro como la noche; gritos, cosas
rompiéndose y el nombre de alguien, conocido por mí que mas tarde fué el
detalle que acabó confirmando todo; era la entidad a la habíamos estado
invocando.
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