Cierro los ojos
fuertemente, y se abre un túnel vertiginoso, lo que se repite continuamente
cada vez que caen los parpados. Espero la noche para poder disfrutar de nuevas
experiencias, cada cual más desconcertante. Tanta previsibilidad diurna machaca
mi pensamiento. Necesito perder el control, para posteriormente ordenar mis
ideas.
¿Cómo he llegado hasta
aquí? sólo recuerdo que me puse unos cascos de realidad virtual y empecé a
navegar a través de un espacio hecho a la medida de mi subconsciente. Entonces
escuché una explosión y un fuerte pinchazo en las sienes: una sobrecarga
eléctrica había hecho estallar los cascos.
Siempre creí que los
monstruos solo existían en las películas, no me asustaban mucho porque sabía
que no eran reales, ahora se que me he equivocado y estoy pagando mi error con
creces porque este lugar adonde creía haber llegado entregandome a un
pasatiempo inofensivo, es la unica realidad que conozco.
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