Atentado



La bomba iba adosada a su pecho, yo andaba volviendo del trabajo cuando se escucharon los gritos, de improviso, un hombre que salió de un furgón, hizo dos disparos que atravesaron la cabeza de quien gritaba recitando una extraña letanía. La calle estaba repleta de curiosos, salieron mas hombres del furgón ordenando que nos apartáramos. La misma escena se repitió al otro lado de la calle, la gente huía despavorida, echandose al suelo y refugiandose en los portales. La calle quedó desierta a excepción de una figura solitaria que caminaba en silencio, de pronto se levantó un súbito vendabal que barrió violentamente todo cuanto encontró a su paso. Fuí levantado y volé por los aires a sólo unos centímetros de un automóvil que trazaba el mismo recorrido antes de que un telón rojo escarlata bajara dejando el escenario a oscuras.

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