Sígueme



Estaba sentado en el sillón, había regresado del trabajo y necesitaba descansar, todo estaba sereno, tranquilo, y en medio de aquel silencio, alguien llamó a la puerta. Con precaución, fuí a responder y mientras oteaba a través del resquício, una voz me dijo: "ven, sígueme: nos están esperando" Yo me quedé perplejo, sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo, para ganar tiempo, dije que debía despedirme de mi esposa e hijos, recorrí las habitaciones y les dije que debía marchar, tuve que ignorar sus llantos desconsolados y librarme de sus abrazos desesperados porque sabía que nadie puede burlar su destino y con determinación cogí el sombrero y la gabardina y salí con mi acompañante presto a perderme en la serenidad de la madrugada.

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