Error fatal



Estaba locamente enamorado de ella, pero un día, hablando de nuestras cosas me enteré  que ya estaba prometida, lo cual me dejó desolado: el primer amor de mi vida, era una quimera. Pasaban los días, e incapaz de apartarla de mi mente, decidí recurrir a la magia negra para apropiarme de su afecto, pero cometí un error fatal: ofrecí mi alma a cambio, y esto me convirtió en un montón de tejidos y huesos, condenado a vagar sin rumbo alguno como un muerto viviente, no se hacia donde ir, tampoco tengo un rumbo fijo, solo se que ella camina siempre a mi lado colgada de mi brazo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario