Cuando tenia seis años,
no tenía muchos amigos, así que me hice un amigo imaginario, al darse cuenta de
esto, mis pedres decidieron llevarme a un psicólogo ya que según ellos, aquello
no era normal. Recuerdo que a él no le gustaba el psicólogo, era un adulto alto
con el pelo canoso y llevaba gafas...
El psicologo me preguntó:
-¿Por qué hablas sola?
-Yo no hablo sola…
-Bien, ¿entonces con quién hablas?
-Con mi amigo
-Y ¿Dónde esta tu amigo?
-Detrás de usted…
El psicólogo mira detrás de el y me dijo que no veía a nadie, lo cual hizo enojar a mi amigo…
No le cae bien: susuré
A la semana siguiente llamaron de la consulta para avisar que habían encontrado muerto al doctor; alguen lo había asesinado clavandole el bolígrafo en el ojo atravesando el cristal de sus gafas. Desde entonces, nadie ha osado cuestionar la existencia de mi amigo.
El psicologo me preguntó:
-¿Por qué hablas sola?
-Yo no hablo sola…
-Bien, ¿entonces con quién hablas?
-Con mi amigo
-Y ¿Dónde esta tu amigo?
-Detrás de usted…
El psicólogo mira detrás de el y me dijo que no veía a nadie, lo cual hizo enojar a mi amigo…
No le cae bien: susuré
A la semana siguiente llamaron de la consulta para avisar que habían encontrado muerto al doctor; alguen lo había asesinado clavandole el bolígrafo en el ojo atravesando el cristal de sus gafas. Desde entonces, nadie ha osado cuestionar la existencia de mi amigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario