Lady Muerte

Creyó haber encontrado a la modelo ideal para sus fotografías y se le ocurrió una idea, si terminaba de seducirla, podría tomarle las fotos que quisiera, a fin de cuentas, él era bastante mayor que ella y podría usar toda su experiencia para lograr su objetivo. Y así fué como actuó: al cabo de unas semanas, ya eran pareja formal y como tenían momentos de intimidad, él aprovechaba para echarle fotos haciéndole creer que nunca las mostraría al público y se dedicó a venderlas, todo parecía ir bien, pero un buen día, al regresar a casa, la encontró en la cama boca abajo con las muñecas abiertas y las sábanas manchadas de sangre.
Embargado por la ansiedad, tomó una maleta, metió toda la ropa que pudo, su cámara de rollo, sacó todos sus ahorros del banco y corrió a buscar un taxi que le llevara directo al aeropuerto, ya en el avión comenzó a sentirse mas calmado y  durmió casi todo el resto del viaje.

Al llegar a su destino, buscó el hotel mas barato donde dejó sus cosas y fué a revelar el contenido de sus carretes. Cuando llegó a la tienda, hizo entrega de los rollos y esperó a que las fotos estuviesen listas. Cuando el encargado las trajo, las tomó con un espanto sobrenatural, y comenzó a gritar como poseido: en todas aparecía ella con unos ojos negros que parecían escurrir un liquido negro a lo largo de sus cara, lo que le hizo salir corriendo mientras pasaba las fotos una por una; todas parecían iguales, con aquel rostro cadavérico mirandolo desde el más allá. Al llegar a la última foto, se percató de que estaba en el medio de la calle, pero ya no podía moverse, el terror lo había paralizado, lo que no ayudó a que el conductor de aquel autobús lo pudiera esquivar y acabara arrollandolo, causandole la muerte.

Al llegar la policía para hacer el atestado, vieron un montón de fotos esparcidas alrededor del cadáver: todas ellas estaban veladas.