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Salté el muro de la casa y recorrí fugazmente el jardín ansisoso por la excitación que me producía mi encuentro clandestino con ella; me aseguró por activa y por pasiva que sus padres estarían durmiendo y que aguardaría mi señal para recibirme. No necesité silbar, ya que la puerta de entrada estaba abierta, no pueden imaginarse lo que encontré cuando llegué al salón, aunque bien pensado: sí que lo pueden imaginar que ustedes se encontraban allí recogiendo huellas y buscando pruebas, pero...¿Pueden imaginarse la impresión que me produjo ver los cuerpos inertes de sus padres desgarrados de aquella forma tan salvaje como si una jauría de lobos hambrientos hubiese estado allí saciando su sed de sangre?
Salí corriendo despavorido, pero cuando volví a saltar la verja, miré hacia atrás, creo que pude ver la sombra de algo que me perseguía velozmente. Cuando me quedaba muy poco para ponerme a salvo, el pánico y el agotamiento me jugaron una mala pasada y sufrí lo que podría llamarse una perdida parcial de sentido. Fué entonces cuando, entre brumas mentales creí ver la silueta desnuda de Laura cubierta de vello y agachandose hacia mí para acariciarme con lo que parecía una garra peluda de largas uñas. Hasta aquí todo lo que puedo contarles: se que mi relato les parecerá increible, se que mi novia figura como desaparecida y que soy el principal sospechoso de aquel horríble crímen pero es todo cuanto puedo confesar ¿Quieren que les confíe un secreto? Notaba a Laura extrañamente ardorosa desde que experimentó esos cambios de metabolismo que son tan propios entre los jovenes de nuestra edad...ya me entienden...siento no poderles ayudar en mucho más.

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