Estaba frente una de
las lapidas, su inscripción estaba borrosa pero al agacharme pude leer lo que
decía y al hacerlo, no supe como reaccionar, mis amigas me hablaban pero escuchaba sus voces a lo lejos, estaba como
ausente, de pronto al recobrar la conciencia, me vi en un hospital, pronto pude
reconocer mi cuerpo tendido sobre la cama, estaba cubierta de tubos y tenía
piel amoratada, llena de cortes e incisiones profundas, quise correr y alejarme
pero notaba que mis pies no tocaban el suelo, buscando a mis amigas acabé
llegando a la morgue y allí reconocí sus cuerpos, uno estaba hecho pedazos,
otro tenía heridas de bala, el tercero presentaba heridas provocadas por arma
blanca y el cuarto estaba partido en dos. Incapaz de entender lo sucedido,
quise regresar a mi cuerpo pero ya no pude, cuando llegué a la habitación, ví
que estaban intentando reanimarme sin exito. Entonces, me ví de nuevo en el
cementerio junto a mis amigas leyendo el texto de la lápida donde figuraba mi
nombre junto a mi fecha de nacimiento y el día de mi muerte.
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