La visión



¿Cual será la ultima imagen que grabarán nuestras retinas instantes antes de la muerte? Ella duerme plácida, su mente flotando en otra realidad. La noche cálida y serena, la luz de la luna se derrama sobre la pared. Cuando de pronto, algo emerge desde el silencio como el estallido de un trueno en medio de la nada.
Algo parecido a una eléctrica recorre su espalda, sacudiendola en un espasmo violento que la arranca del sueño. Es así como el cuerpo reacciona ante lo extraño Cubierta con el edredón, permanece inmóvil, paralizada por el miedo. Su cerebro busca desesperadamente una causa que contradiga aquel miedo irracional dandole una explicación; pero su cuerpo no responde a este llamada a la cordura, se obstina en mantener los músculos tensos. Las fosas nasales, dilatadas para inhalar la mayor cantidad de oxígeno posible. Sus ojos recorren la habitación con frenesí hasta que acaban posandose sobre un rincón de la habitación. Allí, las sombras parecen bailar alegremente sobre la pared.
"Enciende la luz" le susurra una voz invisíble
Pero ella se detiene justo en el momento en que su mano se estiraba hacia el interruptor, porque otra voz acaba de irrumpir en su mente.
"¿Qué vas a hacer?, detente: si la enciendes, lo vas a ver...
Los segundos se dilatan en una agonía constante. El aire parece que puede palparse pegandose a la piel como materia húmeda y pegadiza. Ella mira fíjamente hacia ese ángulo de la habitación. En un último y desesperado intento, su yo racional trata de calmarla.
"Aquí no hay nadie. Son las sombras que refleja la luna nada más".
Pero eso no impide que el bulto del rincón comience a moverse, un movimiento leve, apenas perceptible, pero innegable. Y lo que ella puede entrever desde su posición es una figura, que bien podía ser humana, de pie en el rincón de la habitación.
Transcurren algunos instantes marcados por la incertidumbre y el miedo y el cuerpo de la figura se inclina levemente hacia adelante mostrando un rostro negro y sin rasgos. Un hedor insoportable inunda toda la habitación. Aquello que hasta ahora parecía inmóvil da un paso hacia delante.
Su boca se contorsiona en una mueca que podría ser una sonrisa; sus ojos son como pozos negros dónde es imposible vislumbrar rasgo humano alguno. Imposible hablar con aquel ser que parece mas bien una voluntad sin vida; sin pasiones ni deseos; sólo odio y espanto.
Ella acaba cediendo a sus miedos y se hunde en aquellos pozos negros que le observan. Su cuerpo sin vida fue encontrado a la mañana siguiente. Sus ojos abiertos aun de par en par miraban fíjamente hacia ese rincón de la habitación. Paro cardiaco, dictaminó el informe forense. ¿Quién puede asegurar cual será la ultima imagen que veremos en  el instante de nuestra muerte?....quizás sea esa figura ancestral y estereotipada que todos identificamos con el mensajero que viene a llevarnos consigo.


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