Amigo



¿Recuerdas lo que hiciste? Da igual lo que digas. Ambos sabemos que vas a morir y que soy yo quien te va a matar...
Lo haré con mis manos, lo haría de mil maneras. Quisiera encontrar la forma de hacerte sufrir tanto como tú has hecho sufrir a esas personas, tanto como tú me hiciste sufrir a mí por eso tengo una notícia que darte: no va a ser rápido.
He visto y oido. He tenido que callarme cuando lo único que deseaba era gritar, dejarme la garganta para decir la verdad, pero no pude hacerlo. Allí estabas tú con tu chantage emocional. Pero ya he tenido bastante. Quizás fuese mía la culpa, yo te consideraba mi amigo por encima de todo. Pero ya todo acabó; ahora me toca a mí, y te he cerrado la boca para evitar que puedas gritar ni decir nada. Nadie va a oirte; puedes gemir todo cuanto quieras.
Tengo curiosidad. Quiero saber por qué lo hacías ¿Qué te motivaba? Les hiciste creer que le apreciabas, sabías cosas de él que sólo conocía su família y allegados, te confesaron sus secretos, he de reconocer que lo hiciste muy bien. Te ganaste su confianza para aprovecharte de ella. Tú no les contabas más que mentiras. Les hablaste de una infancia feliz, de un padre modélico y de una família abnegada. No le hablaste de tu padre, de lo que hacía a tu madre. No hablaste de lo que pasaba en el colegio.
¿No sentiste compasión? ¿No hubo nada que hiciera replantear tus actos? Te he dicho que no te muevas. No te lo volveré a repetir. Te conozco bien, seguro que disfrutaste con tus acciones. Querías despertar de una pesadilla que te perseguía infringiendo dolor en los demás y has entrado en otra peor: la que vas a experimentar conmigo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario