Volvía a casa,
deseando llegar lo antes posible debido al mal tiempo, en la calle no se veía a
nadie excepto una figura a lo lejos, estaba parada de pie en medio de acera
como si estuviera esperando a alguien, cuando pasó a su altura, no pudo evitar
mirarla de soslayo, lo que le produjo un malestar repentino y decidió acelerar
el paso pero la figura siguió observándola hasta desaparecer entre la incesante
llúvia. Cuando llegó a casa cenó rapido y se acostó, pero mientras dormía soñó
con aquella figura y al despertarse al la mañana siguiente recordó lo que había
soñado. Pasaron los días y de vez en cuando, al mirar hacia atrás creyó verla
entre los transeuntes, la gente, pasaba
delante de ella como si no existiera y eso la inquietaba más todavía.
Una noche volvió a soñar con ella pero un extraño ruido la despertó en medio del sueño y al abrir los ojos, quiso gritar pero no pudo articular sonido alguno: era la figura que la atormentaba y estaba allí, frente a su cama, un frío intenso recorrió todo su cuerpo, la temperatura de la habitación descendió bruscamente y mientras la figura se acercaba hacia ella, la habitación empezó a oscurecerse, pero antes de que todo quedara a oscuras, pudo reconocerla con claridad: era la muerte.
Una noche volvió a soñar con ella pero un extraño ruido la despertó en medio del sueño y al abrir los ojos, quiso gritar pero no pudo articular sonido alguno: era la figura que la atormentaba y estaba allí, frente a su cama, un frío intenso recorrió todo su cuerpo, la temperatura de la habitación descendió bruscamente y mientras la figura se acercaba hacia ella, la habitación empezó a oscurecerse, pero antes de que todo quedara a oscuras, pudo reconocerla con claridad: era la muerte.
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