Huerfana



Me habían dejado sola en casa, mamá había salido a hacer las compras, como cada Sábado, me desperté sobresaltada, no había dormido bien. De pronto sonó el teléfono: era mi madre, dijo que tardaría más que de costumbre, yo no puse ninguna objeción pues deseaba estar sola.
Llegó la hora de comer y nadie llegaba así que tomé mi bolso y salí. Caminé largo rato hasta que sentí hambre, entré en el primer establecimiento de comida rápida que encontré, cogí mi menú y me senté a esperar. Después de comer llamé a casa, nadie respondió así que me fui al parque. Me senté frente al lago y me puse a mirar los patos hasta que me quedé dormida. Desperté sobresaltada; había tenido la misma pesadilla de todos los días, en realidad, era la misma pesadilla que se repetía desde que mis padres fallecieron en aquel accidente.

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