Iba
tranquilamente al volante cuando de pronto, algo pasó delante mío, rápido y
escurridizo, apenas perceptible, no tuve tiempo de ver su figura, podía ser
humana o una mera ilusión; la sombra fugaz que capta tu retina mientras tu
mente dormía, algo salpicó el parabrisas, los limpia se movieron esparciendo un
liquido viscoso; en vez de limpiar estaban cubriendo el cristal, no podía ver
nada, miré hacia mi izquierda, el espejo reflejaba un baile siniestro de formas
huidizas, entonces ví su rostro a traves del retrovisor, no sabía como se había
introducido pero estaba en el asiento trasero, el rostro desfigurado y los ojos
inyectados en sangre, abrí la puerta y salté, no fue una buena idea, ya que
pronto descubrí que ahí fuera estaba el verdadero peligro, y que este podía
rebanar mi cuerpo como si fuese mantequilla, ven muerte y acógeme en tu seno;
acepta este alma descarriada.
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