Crueldad



Entró en la cocina, y observó al pajarillo encerrado en la jaula, "pobre bicho estúpido y cantarín"pensó, entonces observó el cuchillo sobre la repisa de marmol y el rostro del pajarillo ladeando la cabeza para mirarle, con una mano bloqueó la salida de la jaula, mientras con la otra abría la portezuela. El pajarillo revoloteó asustado, e intentó escurrirse entre las garras de su opresor, pero el chiquillo lo sujetaba firmemente y sin piedad, el pajarillo gemía tristemente y el chiquillo no paraba de sonreír, lo sostuvo aprisionado en su mano, dejando sólo su cuello al descubierto y deslizó lentamente el cuchillo por su cuello, el chiquillo sintió las gotas de sangre correr entre sus dedos, como un viscoso líquido rojo y esto le excitó, y hasta sintió ganas de reir al ver como la cabeza de pajarillo comenzaba a ladearse, hasta desprenderse de su cuerpo.
Se oyó el sonido de la cerradura abriendose, el chiquillo viéndose descubierto, se encerró en su habitación, se escondió bajo la cama y desde donde estaba, pudo oir los pasos acercandose, luego vió el filo del hacha suspendido a unos centímetros del suelo, viendose sin escapatoria, rompió a llorar y cuando el hacha hizo trizas el colchón quiso gritar con todas sus fuerzas sin conseguirlo, el hacha siguó subiendo y bajando de forma implacable, desmembrándolo, desgarrando sus carnes y triturando sus huesos. Cuando horas más tarde llegaron sus padres, su cadáver apenas era reconocible; había quedado reducido a pedazos de carne cortados y esparcidos por el suelo. El rostro de sufrimiento del niño había desaparecido; tenía la expresión de un pajarillo atrapado.

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