Lo inmovilizaron entre
todos, este intentó resistirse pero eran demasiados y lo tenían cogido por
brazos y piernas, este solo podía retorcerse y gritar en vano así que una chica
de la pandilla le tapó la boca con un pañuelo mientras los demás lo arrastraban
hacia el descampado. Este balbuceaba desesperado pero los chicos estaban ciegos
de venganza. Unos lo amordazaron con cuerdas mientras otros cavaban el hoyo y
lo metieron en el agujero. Cuando la tierra empezó cubrir su cuerpo, gruñó y se
retorció con desesperación, la tierra no cesaba de caer y su peso crecía a cada
segundo, oprimiendo su cuerpo y taponando sus fosas nasales. Sus pulmones se
colapsaron y murió ahogado a los pocos minutos.
Semanas antes, sobre
sobre el blando suelo de aquel mismo descampado, culminaba su delito ultrajando
a aquella joven a quien golpeó en la cabeza con una piedra para que dejara de
gritar y creyendola muerta intentó ocultar su cuerpo bajo un hoyo que cavó a
toda prisa y rellenó de piedras sin saber que estaba enterrando a su víctima en
vida.
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